Historia de una camperización: equipamiento externo
Ya hemos dejado a nuestra furgoneta Ulises preparada para vivir dentro. Pero hace falta un equipamiento externo, que aunque no están ligadas a la habitabilidad de la furgoneta, son igualmente importantes.
Hacía falta algo más de combustible, para tener más autonomía. También una segunda rueda de repuesto, ya que las carreteras que íbamos a frecuentar no son tan buenas como las europeas. Mucha herramienta, un toldo para protegernos del calor, un wc portátil e instalar un techo elevable para poder estar de pie en la furgoneta.
Pasamos días pensando cómo gestionar todo esto. Casi todo iba a ir por fuera. No podíamos meter tanques de diésel o un wc portátil dentro de la furgoneta ¿Podéis imaginaros lo mal que olería? Así que lo primero fue instalar una baca para poder transportar cosas en el techo. Buscando por internet encontramos una de una Peugeot Partner a buen precio. Su instalación fue muy fácil: 10 agujeros en el techo de la furgoneta y adaptarla al techo con pequeños perfiles.
Ahora sólo había que gestionar todo lo que queríamos poner en ella, y lo primero, era el techo elevable.
Techo elevable
Esto fue lo que más nos hizo comernos la cabeza. Parece una tontería, pero cuando vas a pasar tanto tiempo en una furgoneta se agradece poder estar de pie, sobre todo cuando no puedes salir del vehículo porque no para de llover o porque hay una plaga de insectos (esto nos pasa muy a menudo).
Antes de instalar la baca, pensamos en instalar un techo elevable de la marca Reimo, que ocuparía aproximadamente la mitad del techo de la furgoneta, dejando espacio para instalar otras cosas. Pedimos presupuesto a algunas empresas y nos pidieron más de 3000€. Además tenían un tiempo de espera larguísimo que retrasaría nuestra salida.
Decidimos entonces comprar el techo nosotros e instalarlo, pero ahí supimos por qué tardaban tanto las empresas instaladoras. ¡Los tiempos de entrega de estos techos eran de 6 meses! ¡Y nosotros queríamos irnos en menos de 5 meses!
Entonces barajamos la opción de comprar una tienda de techo, adaptarla al techo de la furgoneta y hacer un agujero en el suelo de la tienda y otro en el techo de la furgoneta de manera que quedasen comunicados. En internet encontramos a gente que lo habían hecho en un Land Rover Discovery. Pero estas tiendas son enormes, y nos iban a dejar sin espacio para llevar más cosas en el techo.
En este momento estábamos ya desesperados, pero entonces se nos ocurrió la idea definitiva. Pedimos que nos hiciesen a medida un cajón de aluminio de 1.1m x 1.3m y de 20cm de altura que, además, se abriese justo por en medio, quedando dos mitades de 10cm de altura cada una. Lo pusimos en la baca, que en este momento ya habíamos instalado. El siguiente paso fue hacer una apertura de 1mx1m tanto el cajón como en la furgoneta. Para acabar, sellamos las uniones con juntas y silicona para que no entrase agua ni aire al conducir. Pusimos unos cierres por dentro del cajón y un sistema para levantar la pieza superior y listo! ya teníamos un techo elevable artesanal!!!
Puede que no sea el sistema más estético del mundo, pero es completamente funcional y nos costó 1/6 parte de lo que nos pedían las empresas instaladoras. A día de hoy estamos contentísimos de tenerlo, ya que no solo nos permite estar de pie, si no que además hemos ganado unos centímetros dentro de la furgoneta, aun con el techo cerrado. Otra de las ventajas es que cuando lo abres, en días de calor, hace que corra el aire y se esté fresquito dentro de Ulises.

Techo elevado para poder estar de pie

Haciendo las marcas para cortar el techo
En este vídeo se puede ver cómo cortamos el techo:

Techo ya cortado. La viga que hay en medio está sujeta con 4 tornillos y se puede quitar sin problema
Aquí he de hacer un alto en la explicación. Alguno se habrá echado las manos a la cabeza con todo esto de cortar el techo o hacerle agujeros y muchos se preguntarán si es legal y si esto está homologado.
Bueno, lo primero decir que SI es legal y SI está homologado. Nuestra furgoneta circula de manera completamente legal. ¿Y cómo es esto posible? Porque se puede cortar cualquier chapa de un vehículo siempre y cuando no se toque la estructura del mismo. Y eso es lo que hicimos nosotros. Simplemente cortamos una chapa en el centro del techo de 1m x 1m aprox, y tras instalar la caja, sellamos todo y nos aseguramos de no dejar ninguna arista viva (esto último es una norma que afecta a todo el coche, tanto por dentro como por fuera).
No obstante, todo esto tiene que pasar un proceso de homologación, de manera que antes de cortar nada lo mejor es hablar con el ingeniero que se va a encargar de homologarlo todo y que nos aconseje sobre cómo hacerlo.
A nosotros nos lo hizo un Ingeniero muy bueno en Madrid y que recomendamos encarecidamente. De manera que si a alguien le interesa le facilitaremos el contacto.
Rueda de repuesto, herramientas y respetos
Al pedir la caja/techo a medida, dejamos espacio en la baca, justo detrás, para poner una rueda de repuesto y otra caja de aluminio para llevar herramientas y respetos.
Ya hablaremos de esto más detalladamente, pero hay que llevar un mínimo de respetos cuando inicias un viaje así y evidentemente no puedes llevar de todo, así que lo normal es llevar aquello que sea más propenso a desgastarse o romperse, como filtros (de aceite, de aire, de gasoil), correas (del alternador, bomba de agua…) líquido refrigerante, aceite…

Fijando la caja de herramientas y respetos a la baca

Todo bien ordenadito
Toldo
También íbamos a usar la baca para fijar un toldo y así estar fresquitos cuando apretase el sol. Nuevamene, delante del ordenador, empezamos a mirar precios. Un toldo nuevo de unos 2.5 metros de largo por 2 de ancho vale unos 500€. Pero como siempre, teníamos que buscar algo más barato. Con paciencia, encontramos uno de segunda mano a mitad de precio de lo que vale uno nuevo y en perfectísimo estado.

A la sombrita de nuestro toldo
Combustible extra y WC portátil
Para el combustible extra, barajamos la opción de instalar un depósito extra en los bajos del coche, pero esto no es tan sencillo. Hay que encontrar uno que se pueda adaptar de otro vehículo o en su defecto mandar a fabricar uno nuevo, lo que es bastante caro.
Finalmente optamos por la opción menos engorrosa y más económica. Dos bidones de combustible de 20 litros cada uno de los que se venden en las gasolineras (Jerry Can). Si el depósito de la furgo tiene 65 litros, con las Jerry can hacíamos 105 litros en total que no está nada mal.
Pero estas garrafas ya no nos cabían en la baca y dentro de la furgoneta no podíamos llevarlas. El mismo problema teníamos con el WC químico.
Necesitabamos un sitio para llevar todo esto. Finalmente se nos ocurrió comprar un transporting de perros de los que se enganchan a la bola del coche. De esta manera los malos olores no inundaría la furgoneta.
Por último, a fin de que todo lo que instalamos en el techo no afectase demasiado a la aerodinámica, hicimos un deflector para el aire con el trozo de aluminio que cortamos de la caja/techo elevable. De esta manera conseguimos que el consumo de combustible no se disparase, aunque si que ha subido un poco.

Deflector en la parte frontal de la baca
La mayoría de estos elementos que instalamos, hicieron de Ulises un verdadero Overlander. Ahora si, estaba preparado para hacer muchos kilómetros alejado de la seguridad de la civilización y al mismo tiempo ofrecernos la comodidad que necesita un hogar.
¡Y pide que el camino sea largo! ¡Lleno de aventuras! ¡Lleno de experiencias!
Sois unos artistas!