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Western Australia

Western Australia o Australia Occidental, es el estado más grande del país y casi del mundo entero, sólo un estado Ruso lo supera. Es quizás el menos conocido y menos turístico pues las distancias entre los sitios son enormes. Carreteras con medio metro de agua, cascadas en las laderas de las montañas, desiertos, playas de aguas cristalinas, arena blanca y arrecifes, el tiburón ballena, camellos al norte que contrastan con los bosques y viñedos del sur…todo esto y mucho más es Western Australia.

Nosotros llegamos a través de la frontera con Norhern Territory, aquí nos hicieron tirar/comer la fruta verdura y miel que llevábamos en el coche(cosas de mantener los ecosistemas).

En el Norte de Australia tienen clima tropical, es decir, tienen época de lluvias y época seca. Nosotros llegamos al final de la época de lluvias y aunque no nos llovió ni un solo día, la semana anterior habían visto pasar un ciclón que les había dejado 900mm de agua ( lo que llueve en Galicia en un año). Como resultado, el offroad era imposible pues los caminos eran ríos y las carreteras principales sólo eran practicables con coches high clearance (con la toma de aire elevada).

Así llegamos a Broome, el primer atisbo de verdadera civilización después de muuuchos kilómetros y sobretodo, el mar y sin cocodrilos! Cual fue nuestra sorpresa cuando nos dijeron que aquí no hay cocodrilos, pero que era la temporada de las Box Jellyfish unas medusas tan venenosas que te pueden matar. Nuestro gozo en un pozo, nos tendríamos que conformar con ver los camellos pasear por la playa.

Nuestro gran próximo destino sería Coral Bay. Un arrecife de coral, donde empezaba la época del Coral spawning. La época de reproducción de los corales, momento en el que muchos peces se acercan a los corales para alimentarse. Entre ellos el gran tiburón ballena. Hace 10 años José Antonio había visto por primera vez el tiburón ballena en un documental y desde ese momento, su sueño era poder nadar con uno de ellos y nosotros lo íbamos a intentar. Normalmente, la época del tiburón ballena, el momento en el que pasa por esta costa, es de Abril hasta Agosto,  a veces un poco antes o un poco después. Nosotros llegamos a mediados de marzo, con lo cual, no teníamos nada asegurado.  Cuando llegamos a Exmouth, nos dijeron que los tours para nadar con el tiburón ballena no habían empezado aún, todos menos uno que empezaría el sábado siguiente. Era nuestra única esperanza, así que allá fuimos. Estos tours son carísmos porque además del barco, sale una avioneta para ver donde están los tiburones y dirigirnos hacia allí con el barco. Si no, es probable que no los veas.

Después de las primeras explicaciones de qué es lo que hay que hacer cuando llegásemos a los alrededores del tiburón, hicimos las primeras pruebas de los equipos en el agua. Al poco nos dijeron que habían visto uno y que había que bajar corriendo y equiparse. Estábamos de los nervios, como dos niños pequeños y por fin llegó el momento, y qué momento, allí estaba, nadando, qué increíble criatura. Sin duda una de las sensaciones más increíbles de nuestras vidas…nadar con un tiburón ballena, en medio del mar…como si fueses un pececillo más y la verdad es que la sensación , era esa, como si fueses un pececillo de esos que va con los peces grandes (herbívoros) buscando protección.

El tiburón ballena es una especie considerada vulnerable porque tiene un muy lento crecimiento, para que os hagáis una idea, desde que nace, tarda 30 años en poder empezar a reproducirse.

Para acabar el día hicimos un poco de snorkel por los corales y nos visitó algún que otro delfín que quería jugar con el barco. Un día que sin duda no olvidaremos.

En esta costa además hay un parque Nacional que se llama West Cape Range donde abunda la vida salvaje tanto terrestre como acuática. A tan solo unos metros de la costa pudimos nadar con tortugas, rayas y pececillos de miles de colores. Y en tierra pudimos ver dingos, canguros y emus.

Después de pasar unos días en este paraíso de vida salvaje, seguimos nuestra ruta hacia el sur y quisimos explorar la península de Monkey Mia. Aquí estuvimos unos días, nosotros y todas las moscas del desierto. Resulta que cuando hay viento que viene del Este, sube la temperatura y la cantidad de moscas es algo que no habíamos visto en nuestra vida. Para que os hagáis una idea, acabamos bañándonos poniéndonos unas mosquiteras en la cabeza para taparnos la cara y que las endemoniadas moscas no te molestasen. Esta península tenía todas las papeletas para ser un sitio idílico, pero aquellas moscas lo convertían en un infierno. Afortunadamente encontramos un pequeño oasis (sin moscas) en el pueblo de  donde los Emus debieron pensar lo mismo ya que paseaban tan campantes como si fuesen palomas.

Nuestra última parada antes de llegar a Perth fue el Pinnacle Dessert. Un lugar bastante turístico pues no esta muy lejos de Perth y donde por primera vez en mi viaje alrededor de Australia y por increíble que parezca, me topaba con una mini serpiente (fuera de los parque naturales).

Y aquí la famosa serpiente:

Perth y Fremantle

Perth es la capital de Western Australia y Fremantle su hermana pequeña y donde está el puerto donde despediremos a Ulises.

Perth con sus  1,8 millones de habitantes es a priori bastante parecida a cualquier otra ciudad australiana, impresionantes parques y jardines botánicos, un centro financiero lleno demodernos edificios acristalados que se mezclan con centros comerciales al aire libre y edificios históricos más antiguos. Nos recuerda bastante a Brisbane con el Swan River que lo atraviesa, la diferencia es que Perth está al lado del mar y es un sitio perfecto para practicar todos los deportes de agua y viento, windsurf, kitesurf y por supuesto vela. Por si fuera poco, cuenta con un montón de playas a pocos kilómetros y Fremantle.

Fremantle es una ciudad de casi 30.000 habitantes, pero que parece un pueblecito de vacaciones. El típico mercado de abastos lleno de puestos de artesanía o de comida, fachadas con obras de arte y South Beach, el orgullo de todos los Fremantleanos.

Aquí en Australia, aunque suene raro, también tienen vacaciones en Semana Santa, aunque aquí lo llaman Easter y lo que celebran es que un conejo imaginario deja huevos de chocolate a los niños (algún día descubriré la relación entre eso y las procesiones) y el sitio por excelencia donde va todo Perth en estas fechas en Margaret River y allí nos fuimos también nosotros.

Margaret River es la región vinícola por excelencia. Cuan diferente es su joven cultura vinícola a la nuestra…nada que ver. Pero justo estamos en el fin de la temporada de vendimia y nos pareció un buen lugar para pasar nuestros últimos días en Australia.

Teníamos ganas de naturaleza (que sin duda es la joya australiana) y por cambiar, en lugar de hacer una caminata, buscamos a ver si lo podíamos hacer por agua. Llegamos a una casa en medio del campo donde se supone que alquilaban canoas. Al llegar nos recibió un hombre que nos dijo que allí era y que si queríamos nos podíamos quedar en su jardín a pasar la noche.

Así hicimos  y al día siguiente cogimos las canoas. El río tenía muy poco caudal y había árboles caídos por todos lados. Finalmente, más que un paseo en canoa, fue una yincana a la aventura  total. Todo muy salvaje, muy natural, muy dejado a la mano de Dios. Acabamos realmente exhaustos.

De vuelta a casa, Neville y su mujer Anne nos invitaron a tomar con ellos la última botella de la cosecha del 2014 e inaugurar la del 2017. La vendimia de esta temporada acaba de tener lugar y por tanto es el momento de embotellar la cosecha del año anterior para dejar libres las cubas para la de este año.

Esta pareja nos encantó. Ya jubilados, en su época fueron unos jóvenes hipies de los 60, perseguidos por el gobierno  porque Neville se negó a ir a la guerra de Vietnam. Australia, sus exconvictos e inmigrantes eran una fuente de jóvenes de la Commonwealth a los que mandar a la guerra y si te negabas, te convertías en enemigo del gobierno.

Llegaron aquí con la idea de vivir alejados de los policías que les perseguían y acosaban constantemente. Hoy en día tienen una preciosa casa de piedra en medio de un bosque junto al río y rodeados de canguros. Ya se sabe con una copa de vino en mano se habla y se habla muchísimo…nos contaron como fue y como es su vida ahora, las riquezas de Australia, especialmente de Western Australia (el estado con mayor renta per cápita por habitante)  o la situación de los aborígenes (un tema que nos tiene bastante perturbados desde que llegamos a Uluru), nosotros hablamos de Rusia, de Europa, de la vida en España y de porqué España y Portugal son países diferentes.

Y aquí acaba nuestro camino por Western Australia, nos parece que en cada país hay alguien para recibirnos y alguien para despedirnos como ya nos ocurrió en Rusia y en Corea. Ellos son los regalos del camino.

“pide que el camino sea largo…”

Stuart Highway: la ruta 66 australiana

La pintoresca Stuart Highway, que toma su nombre del primer explorador que llegó al centro de Australia, es una carretera con mucha historia. Está muy ligada a las primeras rutas en busca de minerales, a la primera red de telégrafos que unió el norte con el sur de Australia y fue clave durante la Segunda Guerra Mundial, hasta el punto, que fue en este momento cuando se empezó a pavimentar en 1942.

Casi todo el mundo conoce o ha oído hablar de la famosa ruta 66 en EEUU, pero en Australia también tienen su versión. Una carretera histórica para el país que en este caso recorre Australia de norte a sur (no de este a oeste como su versión americana). Una carretera que  comenzó siendo una simple ruta y hoy es la arteria que conecta el sur con el norte del país. En este post os contamos todas las peculiaridades de esta carretera, tan diferente a lo que habíamos visto hasta ahora.

Ya hablamos de ella en el post de nuestra incursión al desierto australiano . Pero hay mucho más que contar acerca de la Stuart Highway que nos llevó a los lugares más inhóspitos, salvajes y espectaculares del país Esta carretera es sin duda un lugar con vida propia, con historia, costumbres, particulares habitantes y paisajes que evolucionan.

NÚMEROS

Son un total de 2834 km que van de Port Augusta hasta Darwin. Aunque Stuart la recorrió muchos años antes, no fue hasta 1942 (por razones militares) cuando se empezó a asfaltar. En 1980 la carretera estuvo asfaltada por completo.

Atraviesa y une 2 estados: South Australia y Northern Territory.

En nuestro particular periplo: Empezamos 11/02 en Port Augusta y llegamos a Darwin el 25/02, un total de 2 semanas.

Cambio de Estado

 

Punto de partida: Cruce entre Eyre HWY y Stuart HWY

Último destino: Darwin

ANATOMÍA

A pesar de ser una de las arterias del país, no es una autovía, es una carretera de doble sentido. El tráfico es tan escaso que no sería necesario. Creo que habremos adelantado uno o dos camiones en todo el viaje (aunque vimos muchos).

Una cosa muy común en esta carretera es ver carteles donde te dicen que hay que descansar y parar. Se trata de una carretera casi recta, sin mucho que ver en cientos de kilómetros donde el cansancio puede ser tu peor enemigo. Con este fin, existen numerosas áreas de descanso cada 20 o 30 km ¿lo mejor de estas áreas de descanso? ¡que no hay ni una sombra! Y es que teniendo en cuenta que aquí el árbol por excelencia es el eucalipto (cuando lo hay), la sombra brilla por su ausencia (literal).

0 sombras

Como son tantos kilómetros, esta es sin duda la carretera más variopinta, paisajísticamente hablando, de toda Australia. A lo largo de esta ruta, se pueden apreciar  todos los tipos de paisajes posibles, empezando por los escenarios más desérticos que puedas imaginar acabando con una flora totalmente tropical.

LUGARES DE INTERÉS

Inolvidable Uluru

Alrededor de la misma, hay puntos de interés turístico internacional como el Oodnadatta Track o Coober Pedy en la parte sur, Uluru, Kata Tjuta y Watarrka en el centro y los parques de Kakadu y Lietchfield en el norte. Sin duda algunos de los sitios más únicos y espectaculares de Australia.

TRANSEUNTES MÁS FAMOSOS

Si hay algo que define estas carreteras, estos son los famosos trenes de carretera. Inmensos camiones con 3 o 4 remolques (aunque de noche puedes ver alguno de 5) que son el medio de transporte de mercancías de esta parte del mundo ¡hemos llegado a contar 86 ruedas en  un camión! ¿Os imagináis la de veces que deben pinchar? Eso explica la cantidad de neumáticos rotos que se ven por la carretera. Cada vez que te cruzas con uno de ellos es como si una mole gigante se te viniese encima…y con la potencia que tienen, que no te quepa la menor duda de que si van vacíos ¡te adelantan!

Road trains

Hay muchos animales que habitan alrededor de esta carretera y como no hay vallas, desgraciadamente la combinación de estos habitantes con los trenes de carretera da lugar a que sea muy común ver canguros y vacas atropellados en las cunetas.

COSTUMBRES

Si hay un gesto muy característico de esta carretera es el saludo entre conductores. Cada vez que te cruzas con un coche te saludan haciendo una V. Con nosotros se pierden un poco ya que esperan al conductor al otro lado.

Saludo de conductores

ABASTECIMIENTO

Recargando agua

Debido a que es un area casi despoblada en su gran mayoría, no es muy normal encontrarse con una gasolinera, por lo que puede haber hasta 200km entre una y otra, aquí es fundamental una buena planificación de la ruta.

Una gasolinera puede ser todo un acontecimiento, ya no solo porque hay gente, gasolina y agua, sino porque además son de lo más curiosas. Podrás encontrar museos, pequeñas galerías de arte, todo tipo de expresiones artísticas y hasta ovnis.

Ovnis en la gasolinera

Gasolinera lagarto

Pero si hay algo característico en esta carretera son las Roadhouse. Estos lugares hacen de hotel, restaurante, pub y gasolinera al mismo tiempo. Y os preguntareis y ¿quién vive en esos lugares tan aislados? Pues en muchos casos, los trabajadores de estos sitios son extranjeros que se vienen una temporada para hacer un poco de dinerito.

Normas de vestimenta en un roadhouse

OTRAS COSAS CURIOSAS…

En gran parte de la carretera se pueden ver termiteros en las cunetas, auténticas obras arquitectónicas que varían según las condiciones climatológicas. Hemos visto numerosos tipos:

  • Pequeños termiteros en la zona centro, a veces disfrazados de personas, son muy característicos de la Stuart Highway.
  • Tipo catedral más hacia las zonas húmedas, en especial en Kakadu. Increíbles obras arquitectónicas que pueden alcanzar los 7m de alto, construidas para sobrevivir a las inundaciones y al sol abrasador.
  • Magnéticos (orientados de norte a sur), alineados con el campo magnético de la tierra. De esta manera, tienen siempre una cara al sol y otra a la sombra. Lo más curioso, las termitas que lo construyen son ciegas, no pueden tomar el sol como referencia, tienen una especie de brújula interna que les indica la dirección en la que deben construir.

    Termiteros magnéticos

     

  •  Tipo choza (en las zonas muy húmedas). Para que evacuen fácilmente el agua.

Como veis auténticas maravillas de la naturaleza, que nos parecieron alucinantes.

Otra de las curiosidades de esta carretera, es que  la parte norte estuvo muy ligada a la WWII.  Recorriendo los kilómetros septentrionales es posible encontrar innumerables lugares que fueron protagonistas en la contienda. Desde cementerios, hospitales, bases militares y hasta pistas de aterrizaje. Uno de los lugares más pictorescos donde Ulises ha pernoctado, fue sin lugar a dudas esta antigua pista de aterrizaje en medio de un bosque habitado por curiosos euros (un tipo de pequeños y asustadizos canguros) y bichejos que jamás habíamos visto como el enorme Fish Killer bug (el cual pasó a mejor vida después de que José Antonio le pisase del susto que se pegó cuando le vio trepando en su pie).

Antigua pista de aterrizaje

Y para despedirnos de la Stuart Highway, aquí os dejo  algunas instantáneas de los increíbles atardeceres de la Stuart Highway:

Atardecer cerca de Coober Peddy

Atardecer en Devil´s Marble

Y creo que a esto se refería Kavafis cuando escribía aquello de  “pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias…”

 

Desierto australiano: Uluru y el outback

Aunque no estaba entre nuestros planes iniciales, acabamos atravesando el desierto australiano siguiendo la Stuart Highway y desviándonos en varios puntos del camino para conocer el verdadero outback o el famoso Uluru.

Todo empezó el día que nos cruzamos con aquel jubilado que se estaba recorriendo Australia con su caravana. Desde hacía unos meses, habíamos decidido que no era buena idea adentrarse en el rojo y árido desierto australiano en pleno verano austral. Si ya de por sí es un sitio donde hace calor, hacerlo en el mes de más calor significaba superar los 40 grados de manera regular (y unos 10 grados más en la carretera ?).

Pero un buen día nos pusimos a hablar con este señor que nos empezó a preguntar lo que íbamos a hacer y a contarnos lo que él iba a hacer. Nosotros teníamos planeado recorrer la costa sur y él atravesar el país por el desierto, fue entonces cuando le contamos todos nuestros miedos por el calor y demás. El buen hombre, en un minuto nos había diseñado una ruta mucho más atractiva que la nuestra. En ese momento nos miramos y asentimos. No nos hizo falta decirnos nada más, sabíamos que eso era lo que queríamos y que a partir de ese momento, nuestra prioridad sería preparar a Ulises para empezar la ruta por el desierto. Atravesar el desierto no nos apasionaba mucho de primeras, pero la idea de conocer lo que se cocía (y nunca mejor dicho) en el corazón de Australia nos acabó dando el empujón que necesitábamos.

Los preparativos serían similares a los de Fraser Island, pero debido a los kilómetros que ya llevábamos recorridos (30.000km desde que salimos de casa), nos hizo falta poner apunto otros pequeños y no tan pequeños detalles. Entre dichos preparativos estaba cambiar los amortiguadores delanteros que ya estaban desgastados, rotar las ruedas y cambiar una de ellas a la que ya se le veían los alambres y fijar bien el cubre cárter (lo llevamos asegurado con una cuerda de colgar la ropa).

Como os decía, lo que haríamos sería recorrer la Stuart Highway que es la carretera que une el sur con el norte de Australia pasando por el centro de la isla. Dentro de esta carretera, la parte más desértica va desde Port Augusta hasta pasado Alice Springs.

La aventura comienza en Port Augusta, con unos 37 grados a las 21h. Paramos en un club deportivo en el que te dejaban aparcar tu furgo para dormir allí y nos pusimos a hablar con gente del pueblo. En el momento que les dijimos que queríamos hacer el Oodnadatta Track, una mujer nos dijo mirándonos muy seriamente “Don’t do that” (no hagáis eso). Nos dijo que si lo hacíamos, nos arriesgábamos seriamente a tener que visitarla. Se trataba de una doctora que había atendido muchos casos por golpe de calor. Se anunciaban temperaturas por encima de los 40 grados durante gran parte del día en los próximos dos días. Así que, como no tenemos prisa, seguimos sus consejos y esperamos un par de días antes de empezar ¡Y qué calor! Estos días parecía como si hubiesen soltado dragones por la calles, horrible…no me quiero imaginar cómo sería en pleno desierto.

Y por fin llegó el día D, en el que la ola de calor se iba hacia el norte y nosotros hacia Coober Pedy, el primer punto de nuestra ruta.

Coober Pedy es un pueblo en medio de la nada (literal) y construido en gran parte bajo tierra (para sobrevivir al calor). ¿Porqué está ciudad aquí en medio del desierto? Pues porque unos exploradores encontraron ópalo, una piedra preciosa de gran valor que a día de hoy se sigue extrayendo.

La primera imagen de esta ciudad fue un montón de montículos por todos lados (como resultado de sacar tierra para buscar ópalo). La segunda imagen es la desolación, parece una ciudad postapocalíptica total, de hecho, eso también debieron pensar muchos directores de películas que decidieron que este era el lugar perfecto para simular el fin del mundo (aquí se rodó por ejemplo Mad Max 3).

Iglesia subterránea

Librería subterranea

La extraña amalgama de gente deambulando por las calles, hombres del negocio de las piedras preciosas y naves espaciales en ruinas completaban este particular paisaje.

Nave espacial en medio de Coober Pedy

Incluso en el centro de información tuvimos una peculiar conversación. Fuimos con la intención de informarnos sobre el estado de la carretera y acabamos hablando de la oveja Merina española para acabar concluyendo que era lo mejor en caso de una situación casi apocalíptica. Nos decía: “imaginaros que se acaba la electricidad en el mundo, se acaban los ordenadores, las comunicaciones, el petróleo…¡sólo si tenéis ovejas y vivís en el campo, tendríais opciones de sobrevivir! Preocupaos por forjar una alternativa para que incluso en condiciones apocalípticas, pudieseis sobrevivir” ? es en estos momentos en los que te das cuenta que el entorno, el ambiente, las personas, todo era uno, todo era como sacado de una de las pelis inspiradas en este lugar. Como si la ficción y la realidad se mezclasen de una extraña manera.

Desde aquí, nos desviamos de la Stuart Highway para hacer la famosa Oodnadatta Track. Aquí dejamos la carretera, ya sólo existen caminos y nada más. En un total de unos 375km, sólo nos cruzamos con un camión ?, cero cobertura y un pueblo a mitad de camino William Creek, en el que no vimos a nadie. Eso sí, hay que andar muy atento porque tan pronto se te cruza una vaca, como un increíble perentie (un lagarto que puede medir hasta 2 metros) o una familia de emus (las avestruces Australianas, son de los animales más bonitos cuando se pueden ver corriendo en libertad por el desierto).

Varano gigante o Perentie

Oodnadatta era una calle y un par de roadhouses. Las roadhouses son todo en estos pueblos. Son gasolinera, bar, restaurante, alojamiento, tienda y centro de información. Aquí en Oodnadatta hay uno muy particular, el PinkRoadHouse, donde obtuvimos muy buena información del estado de los caminos. En este pueblo, aunque mucho más aislado, el ambiente era mucho mejor, muchos niños jugando por las calles y por primera vez en Australia, aborígenes y blancos conviviendo (esto no lo habíamos visto hasta ahora).

Oodnadatta: el pueblo más seco y caluroso de Australia

¿poblacion? Quizás

Desde aquí recorrimos el Painted Desert para volver a la Stuart Highway y retomar la ruta hacia el norte.

Painted Desert

Nuestro próximo destino sería el gran Uluru.

Uluru al atardecer

Uluru es sin duda uno de los lugares más emblemáticos de Australia, donde coexisten las culturas aborigen y australiana en aparente Harmonía. Un lugar con muchas historias que contar y sagrado para sus propietarios, los aborígenes Anangu. Sin duda, un lugar cuanto menos imponente, que impresiona tanto de lejos por su desértico entorno, por sus colores que cambian con la posición del sol y sobre todo porque aparece ahí, en medio de la nada sin más. De cerca, impresiona su presencia, llena de cuevas, pinturas, árboles, paredes verticales e incluso pequeñas reservas de agua llenas de renacuajos.

Uluru cambiando de color

En la base del Uluru

Nosotros hicimos el Mala Walk de la mano de un ranger del parque. Como él nos contaba, era de padre australiano y madre aborigen, una mezcla entre lo tradicional y lo moderno. Nos quiso transmitir (y lo logró) la importancia del respeto a la cultura aborigen y su papel en la conservación de este centro turístico tan mundialmente conocido.

En octubre de 1985 Uluru fue devuelto a los aborígenes, sus tradicionales dueños, pero a su vez estos (no sé si obligados o no) hicieron un contrato de 99 años con el gobierno australiano para administrarlo conjuntamente. En este momento, los Anangu pidieron que se prohibiese la escalada del Uluru, puesto que para ellos es un lugar sagrado y escalarlo es una muestra de falta de respeto hacia su cultura. Para ellos es como si la gente que peregrina a Santiago, no les bastase con visitar al santo si no que además tuviese que escalar la catedral. No me quiero imaginar cómo sería ver la catedral llena de chinos trepando a cuatro patas por los muros de la catedral (esto era literalmente lo que se puede presenciar al llegar a la zona de ascenso) pues aunque las leyes aborígenes lo prohíben y la administración del parque pide que por favor no se haga por respeto y por seguridad, aún hay gente que lo sigue haciendo.

Afortunadamente para los aborígenes en Octubre de este año el ascenso del monte Uluru será prohibido oficialmente. ¿Y por qué han tenido que pasar tantos años? Pues porque tenían miedo de que el número de turistas descendiese si se prohibía y para cerrarlo oficialmente, el gobierno impuso dos condiciones:

1) que se desarrollasen otras actividades paralelas por parte de la comunidad aborigen para que la gente se empapase de su cultura sin tener que trepar la roca

2) Aún manteniendo abierta la subida, el número turistas que ascienden sea menos del 20% de los visitantes.

Como ambos requisitos se han cumplido, la escalada al Uluru, como atractivo turístico, será oficialmente prohibida.

Representación del Uluru por los aborígenes

Uluru y sus cuevas

Como os decía para mi es un gran ejemplo de negociación y coexistencia de ambas culturas donde han conseguido llegar a un acuerdo que satisfaga los intereses de ambas comunidades.

En este mismo parque nacional están las no menos imponentes Kata Tjuta (muchas cabezas). Un conjunto de 36 curiosas formaciones con impresionantes pasadizos entre ellas. Un lugar mucho más tranquilo que Uluru donde los sonidos de la naturaleza resisten bajo el sol abrasador.

Kata Tjuta

Kings Canyon

Y si cogemos el Uluru y le damos la vuelta, tendríamos Watarrka, también conocido como Kings Canyon, unos impresionantes acantilados de 270m donde hay todo tipo de plantas y árboles. Nosotros aprovechamos para hacer una ruta, rim walk, que te lleva a unos sitios de vistas de vértigo o a sitios de cuento como el conocido Jardín del Edén.

Nuestro viaje de vuelta a la civilización en Alice Springs, como os podéis imaginar, no iba a ser por la carretera ? teníamos que despedirnos del desierto con una última offroad Aquí hay varias opciones, nosotros tras pedir recomendaciones nos decidimos por el Mereenie Loop Rd (sólo abierto para vehículos 4×4). Unos 155km de pistas infernales (en mucho peor estado que la Oodnadatta Track) pero que nos llevaban por unos paisajes de tierra roja, charcos naranjas y arbustos de todos las tonalidades de verdes. A menudo frecuentados por grupos de caballos salvajes en medio del camino, que al vernos se ponían a correr como locos por todos lados.

Mereenie loop

Esta ruta acaba en el West Macdonell Ranges. La primera vez que me hablaron de este lugar, creía que me estaban hablando de los ranchos de donde se suministra McDonald’s ? (sí, a veces no entendemos muy bien a los australianos) pero nada más lejos de la realidad. Son unas preciosas montañas como un oasis en medio de este árido entorno ¡perfecto para un chapuzón!

Como veis fueron días muy intensos, donde conocimos algunos sitios muy conocidos y otros muy perdidos, sólo apto para loquitos de la aventura. Donde las rutas se planifican en función de las temperaturas, agua, gasoil y consejos de los locales. Donde el asfalto se convierte en tierra, los pubs se transforman en roadhouses, las ciudades en centros de abastecimiento, las comunicaciones se hacen por radio en lugar de por teléfono y es más común encontrarse con aborígenes que con blancos.

Creemos que esta es la verdadera Australia, lo más parecido a cuando se asentaron los primeros ingleses en la zona. Cuando el surf y el yoga no existían en este lugar del mundo, cuando el hombre pertenecía a la tierra y no al contrario.

“Pide que el camino sea largo, lleno de experiencias, lleno de aventuras”.

Fraser Island: Nuestra primera aventura australiana

Fraser Island es también conocida como K´Gari paradise por los Butchulla, los aborígenes a los que pertenece esta región y quienes han habitado en harmonía con la naturaleza de este sitio desde hace muchos años. Este nombre da una pista de lo que encontraremos, un paraíso natural, salvaje y sin artificios.

Preparativos

Para planificar un viaje a Fraser Island, los preparativos son muy diferentes a los que habíamos hecho hasta ahora. Dichos preparativos te dan una idea de que esta isla no es un sitio cualquiera:

1.- Poner a punto el coche. A partir de Noosa, todo lo que haces es para coches 4×4 (hay otras alternativas, pero la que nosotros habíamos elegido y la que sin duda recomendamos, sólo se puede hacer en 4×4). De esto te das cuenta en el momento en que te encuentras con una zona para desinflar las ruedas del coche (para circular por arena es necesario llevar los neumáticos con baja presión si no quieres quedarte atascado) que nos recordaba a las zonas de montaña donde paras a ponerle las cadenas.

2.- Pedir y pagar todos los permisos de circulación y de acampada del Great Sandy National Park y de Fraser Island. Tanto la isla en sí como la costa de Cooloola forman parte de una zona protegida. Por ello está vigilada por rangers cuya misión es chequear que la gente está registrada, paga las tarifas correspondientes y se comporta correctamente. Genio y figura los rangers…

3.- Chequear la tabla con las mareas. Nuestra cara cuando nos dieron la tabla de mareas fue de “¿y ahora que hay que hacer con esto?” y es que resulta que hay zonas por las que solo se puede pasar con marea baja. Por lo tanto durante los próximos días, la ruta y nuestros horarios vendrían definidos por dicha tabla.

Por ejemplo,para circular el día 28 estábamos limitados a circular  a las 8.51 +/- 2 horas (a las 12 del mediodía por ejemplo, la marea ya estaba demasiado alta para transitar por algunas zonas):

Tabla de mareas

4.- Aprovisionarnos de comida, agua y gasoil necesario para 5 días ya que en la isla no hay supermercados, tampoco agua potable o estaciones de servicio.

Y con estos preparativos, el plan tenía muy buena pinta ya que lo que buscábamos era un poco de aventura.

Y empezamos la aventura…

Nuestra primera parte de la aventura fue recorrer el “Cooloola way” desde Tewantin hasta Rainbow Beach. Rodar por la playa con Ulises por esta espectacular costa nos hizo sentirnos tan felices y libres…en este momento vimos recomepensada la larga espera, los papeleos y el dinero invertido en traer a Ulises hasta Australia. Ya os hablaremos de todos los trámites en el próximo post, pero fueron 3 duras semanas donde llegamos a pensar firmemente que no podríamos meter a Ulises en el país (a día de hoy creemos que Ulises está aquí porque el factor suerte nos acompañó). Si tuviese que describir la felicidad con instantes, éste sería uno de ellos sin lugar a dudas…los 3 rodando de nuevo en un sitio espectacular con la adrenalina disparada, no podíamos quitarnos la sonrisa tonta de la cara.

Pasada esta primera parte, acampamos cerca del lugar donde a la mañana siguiente cogeríamos el ferry que nos llevaría a la isla. Al día siguiente, la marea baja tocaba por la tarde, por lo que nos quedamos por la mañana tomando el sol y saludando a los habitantes del lugar.

Cogimos el ferry que nos dejaría en la isla, el hombre que se encargaba de colocar los coches nos miraba extrañados, había algo que  no le cuadraba y ya por fin nos dijo. “Claro! ¡Nunca se había visto aquí un coche con el volante a la izquierda!” (o algo así porque le entendíamos la mitad…vaya acento indescifrable que tenía el señor…)

¿Qué hay en la isla?

Lago Mckenzie

Y por fin llegamos a Fraser Island, la isla de arena más grande del mundo y Patrimonio de la Humanidad. Dunas gigantes, lagos espectaculares y bosques, de hecho es la única isla de arena conocida donde el bosque crece en la arena. Un espectáculo de la naturaleza.

Lago Wabby

Restos del buque Maheno

Playa esculpida por los cangrejos soldado

Pero si hay una estrella en esta isla, ese es el dingo. El famoso perro salvaje australiano ( aunque no sólo lo hay en Australia) que tiene características de perro y de lobo.

En esta isla han conseguido que dingos y personas convivan en armonía, intentando ante todo preservar el lado salvaje de estos animales e insistiendo en que no se puede interactuar con ellos (no son cachorros de perro, son animales salvajes). Por ello y para preservar el lado salvaje de estos animales jamás se les debe dar nada de comer, ni llamar su atención, ni intentar interactuar con ellos. Son animales salvajes y no mascotas. Eso quedó claro en 2001 cuando una niña de 9 años perdió la vida por un ataque de dingo en esta isla. En ese momento, las normas se hicieron mucho más estrictas para que dicha convivencia fuera posible. Como por ejemplo, está prohibido llevar comida o bebidas alrededor de los lagos para evitar así atraer a los dingos o por ejemplo la basura que generas se debe guardar en recipientes sólidos hasta que lo puedas llevar a los puntos de recogida que están vallados para que estos animales no puedan entrar.

Los carteles extendidos por toda la isla donde te explican lo que se debe hacer y lo que no

Y gracias a este tipo de medidas lo que encontramos en esta isla es uno de los sitios mejor preservados y “más salvajes” de la costa Este australiana.

¿Dónde duermes?

Nuestra terraza en la isla

En uno de los campings del centro de la isla

Hay dos opciones para pernoctar en esta isla: en campamentos vallados y con baños o en frente de la misma playa. Sin duda recomendamos esta última. Estás prácticamente sólo (sin mosquitos), unas vistas espectaculares, incluyendo las estrellas y la opción de ver algún que otro dingo por la mañana…un espectáculo de la naturaleza!

Dormir en la playa y despertar rodeado de huellas de dingos y mientras desayunas ver un cachorro paseando por la playa es una experiencia muy única.

Un cachorro de dingo visto desde el techo de Ulises

Rutas 4×4

Los caminos de Fraser

Si la isla en sí resultaba espectacular, las rutas 4×4 forman gran parte de este encanto. Aquí no hay carreteras, solo caminos mal o peor mantenidos en el interior y pistas en la playa obra del mar…

Sólo hicimos las rutas más fáciles y menos mal, porque viendo aquellos escalones en el camino de medio metro,que tuvimos que subir con la furgoneta a base de maña y esfuerzo, se nos quitaron las ganas de ver cómo eran los de las rutas que venían en el mapa indicadas como “muy difíciles”.

Afortunadamente, no os tenemos que contar ni que nos quedamos encayados en la arena, ni que nos atacó un dingo, ni que nos quedamos sin provisiones porque sorprendentemente y teniendo en cuenta el par de cabecitas que tenemos, todo fue sobre ruedas y nunca mejor dicho porque Ulises no defraudó.

Y así vivimos cinco días, aislados del mundo, en medio de la naturaleza, sin cobertura en el teléfono y donde los horarios los imponían el sol y las mareas, rodeados de naturaleza en sus infinitas versiones. Sin duda, este sitio estará en nuestra lista de sitios favoritos del mundo.

“Pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias…”

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Navidades australianas

Siempre habíamos visto por la tele esa gente que pasaba las Navidades en bañador, aquello nos parecía más de película que de realidad y mira tú por dónde que hemos acabado viviéndolas así, unas Navidades en verano.

Aún estábamos en Brisbane cuando ya se empezaban a ver los adornos de Navidad y la sensación me recordaba a las típicas luces de Navidad que los dueños del bar han decidido dejar hasta las navidades que viene y aún con el calor de agosto, ahí siguen, que parece que se van a derretir. Esa sensación fue la misma desde Brisbane hasta Melbourne, donde los adornos allí seguían a pesar del calor. Era algo muy raro, ese Papa Noel vestido con su traje rojo de guata a 30 grados, aunque al menos llevaba gafas de Sol…es lo que tiene ser el mismo Papa Noel en el mundo entero!

Calles de Melbourne

Tímidos adornos de Navidad

Playas con espumillones

Y si el ambiente no parece demasiado navideño porque no hay frío, ahí están los australianos para dejarte claro que es Navidad con los adornos de sus casas. Algunos tenían en el jardín algo más parecido a un parque de atracciones navideño…siendo el típico muñeco de Papa Noel escalando por el balcón el adorno elegido sólo por los más minimalistas.

Luces de Navidad en las casas australianas. Sidney.

Jardines verano-navideños

Santa, los renos y la playa

En nuestras particulares navidades, también las pasamos medio en familia! Porque tuvimos la suerte de coincidir con Amparo ( la hermana de Jose Antonio). Pasamos la Nochebuena en el parque nacional de Murramarang, un famoso parque al este de Canberra y aunque limitados por nuestros cacharros de camping, nuestra cena fue digna de esta noche pues nos preparamos un rico solomillo a la mostaza con batatas acompañado de un aceptable vino australiano.

Nuestra humilde mesa navideña

Y como hemos sido muy buenos, hasta de Ulises se acordó Papá Noel!

Los regalos de Papá Noel en Ulises

Y llegó el 25 de Diciembre fun fun fun y con este calor lo que más apetecía era una comida/barbacoa al aire libre. Así lo celebran los australianos y nosotros no fuímos menos. Nuestras Navidades las pasamos en el pueblecito de Narooma. Un precioso pueblo a la orilla del mar, entre focas, pelícanos y manta rayas. Desde luego unas Navidades muy diferentes, lo más parecido a nuestras anteriores navidades es que aquí los peces también beben en el río ( o en el mar) como dicen nuestros villancicos.

Navidad en Narooma

Narooma

Comida de Navidad

La Noche de fin de año la pasamos en Melbourne y entre amigos! El día empezó con un desayuno en casa de la familia de nuestro anfitrión Dash.

Desayuno australiano

Picotear algo en el mercado de Melbourne y unas cañitas en una terraza flotante al sol de Diciembre.

Mercado de Melbourne

La fiesta empieza por la tarde, en casa de unos amigos y de aquí la gente se va a algún local a recibir el año con una buena fiesta. Así lo hicimos también nosotros incluyendo por supuesto las uvas que colamos en la discoteca para a las 12 ante la mirada atónita de los que nos rodeaban ir tomándonoslas una a una como marca la tradición.

Comienza la fiesta (ojo al intruso entre Dash y Sebas)

A punto de recibir el año!!

El año empezó con un rico desayuno reconstituyente y es que a los australianos les encanta desayunar fuera, de hecho celebran más cosas con desayunos que con cenas, no hay nada como empezar bien el día.

Y quedan los Reyes Magos! Que para nuestro asombro, los vimos en algún Belén que otro, sin embargo, la noche del 5 no los vimos pasar. Aunque hay que decir que cómo estábamos en medio de la Reserva de Wilsons Promontory sin ninguna carretera que llegase a donde estábamos acampados, era un poco difícil llegar con los camellos y todos los regalos. Eso sí, nos dejaron algún que otro peluche de los de verdad en la naturaleza de este lugar tan espectacular.

Aquí estábamos el día de Reyes. Un regalo en sí.

El animal mas achuchable del mundo. Un wombat.

“ Y pide que el camino sea largo…”

¡Un abrazo grande familia!