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Corea nos recibe con los brazos abiertos

Estábamos llegando a Corea. Ya se veían sus costas desde el barco y nosotros estábamos ansiosos por llegar. Pasamos las 24 horas del viaje aburridos, andando por el barco y viendo memorias de África (muuuy recomendable e inspiradora si aún no la habéis visto). El viaje se nos hizo eterno, pero siempre pasa cuando tienes tantas ganas de llegar a un sitio.

No nos habían dado buenas referencias de este país. Chris, el escritor que nos encontramos en el Baikal, nos dijo que los coreanos tenían siempre presente en sus vidas el miedo de que estallase la guerra; un italiano que conocimos en el barco, pensaba que los coreanos eran como niños caprichosos y leímos posts de gente que decía que este país les había defraudado.

Pero este tipo de cosas no nos desilusionan, todo lo contrario, nos dicen que tenemos ante nosotros un país nada turístico que podemos descubrir nosotros mismos y lejos de hacer que nos echemos atrás, hace que tengamos aún más ganas por conocerlo.

Llegando a Corea

Y tras todas estas reflexiones, por fin llegamos a tierra. Bajamos del barco a pie y fuimos a pasar el control de pasaporte, donde nos tomaron fotos y huellas digitales. Ya estábamos fichados en Corea. Nos llevaron a la entrada de la terminal y nos hicieron esperar. Entonces, un Coreano vestido de motero, empezó a hablar con nosotros y nos contó que llevaba viajando 13 meses con su moto. Había estado en Europa, Rusia, Kazajistán, Mongolia… Y había cogido el mismo Ferry que nosotros para volver a casa. Así  es como conocimos a Soonky.

Con nuestro amigo Soonki

Soonki nos contó, que cuando estuvo en España, un chico le reparó la moto entera gratis y por tanto se sentía en deuda con los españoles y cosas de la vida, ahí estábamos para ser ayudados! Así que nos invitó a pasar un par de días con él. Ahora la pelota está en nuestro tejado, tendremos que ayudar a alguien que esté en nuestra situación llegado el momento.

Restos de la bandera de España que Soonki tenía en su moto

No podíamos haber tenido más suerte. Llevábamos dos meses en Rusia, dos meses de muchos kilómetros, en los que nos habíamos acostumbrado a Rusia, a su comida, a sus costumbres, a su lengua, a sus paisajes y a sus larguísimas y horribles carreteras. Pero Corea no tiene nada que ver con lo que hemos hecho hasta ahora. Cuando vamos al supermercado, no sabemos para qué sirven la mitad de las cosas, el idioma es radicalmente diferente, con figuritas y dibujitos en vez de letras, no entendemos su cultura, sus carreteras… Sus carreteras son increíbles, pero las señales de tráfico no tienen ningún sentido. Así que como comprenderéis, Soonki nos vino muy bien esos primeros días para hacernos al país y resolver nuestras dudas.

Aceptamos la invitación de Soonki, y tras hacer todo el papeleo para poder circular con nuestra furgoneta por el país, nos pusimos en marcha. Nuevamente volvíamos a ser un grupo de tres. Nos acordamos muchísimo de nuestro amigo Fernando, que nos acompañó en nuestro primer mes por Europa y que siempre iba a la cabeza de este grupo. Esta vez era Soonki el que iba delante con su moto.

 

Estancia en el Monasterio Budista de Woljeongsa

Puerta de entrada al monasterio de Woljeongsa

Ese mismo día nos llevó al monasterio de Woljeongsa en el parque nacional de  Odaesan, a unos 90 km al noroeste de Donghae donde nos quedaríamos unos días.

De primeras un templo puede parecer un centro turístico que visitar, pero la vida del templo va mucho más allá!

Estatuas de madera típicas en los monasterios, que representan a los protectores del templo

Camino hacia el monasterio

 

En este monasterio budista Soonki pasó un mes de retiro hacía ya algunos años. Nosotros nos quedaríamos un par de noches allí, la primera en la furgoneta, la segunda nos dieron una habitación para huéspedes.

Habitaciones para huéspedes

En Corea es bastante común las estancias en estos monasterios. La gente va a meditar, a sentirse en paz, o simplemente a relajarse de sus estrenadas vidas. Estas estancias conllevan levantarse a las 4:30 para la oración de la mañana, meditar, desayunar a las 6:30 a base de arroz y verduras, realizar trabajos comunitarios, comer arroz y verduras, pasear por los bonitos alrededores, cenar arroz y verduras, asistir a la oración de la tarde, conversar con monjes mientras toman un té y acostarse a las 9 para descansar.

Desayuno, almuerzo y cena típica de los monasterios budistas

Nosotros no participamos en todas las actividades del monasterio, pero sí en algunas, cómo por ejemplo la primera oración de la mañana. Teníamos mucha curiosidad por conocer en qué consistían los rituales budistas y no nos lo podíamos perder, aunque levantarnos a las 4 de la mañana fue algo durísimo (como dice una amiga, anda que si el cura de nuestro pueblo nos dice que hay que ir a las 4.30h de la mañana a misa ?) pero la experiencia lo merecía, además ya que nos invitaban a alojarnos allí, que menos que asistir a algún oficio).

Así que el día comienza cuando uno de los monjes empieza a tocar la campana para ir al primer oficio del día:

En ese momento nos dirigimos al único templo iluminado del monasterio.

Nada más llegar al templo donde se celebraba la ceremonia, cogimos una esterilla y nos limitamos a hacer lo que hacían los demás. Lo primero que había que hacer era saludar a Buda. Esto se hacía poniéndose de rodillas en la esterilla, sentándose sobre los talones, para después llevar la cabeza hasta el suelo, tocándolo con la frente y con las manos a los lados y las palmas hacia arriba.

Tras hacer esto nos quedamos de rodillas en la esterilla, esperando a que los monjes llegasen, tiempo que la gente dedicaba a meditar. Nosotros por supuesto hicimos lo mismo. Un poco después entraron los monjes. Todos ellos llevaban la cabeza rapada y vestían una especie de kimono gris, que tenían impoluto y sin una arruga y sobre el que se ponían un hábito de color naranja muy oscuro.

Monje budista con sus hábitos de la ceremonia

Caminaron silenciosamente por el templo, hasta llegar al otro extremo, donde cogieron su esterilla y se arrodillaron como nosotros.

Entonces un monje empezó a cantar y otro a tocar un instrumento llamado Moktak, que sonaba igual que los palillos de madera que tocábamos en clase de música en el colegio y que  marcan con el ritmo cuando hay que arrodillarse y postrarse ante Buda, lo cual hay que hacer durante toda la ceremonia. Nosotros no entendíamos nada de lo que cantaba el monje, pero esos cánticos, en aquel lugar, donde todo (el templo, los monjes, sus cánticos…) desbordaba armonía, hizo que sintiesemos una sensación muy agradable. Los pensamientos se detienen y te limitas a escuchar y a seguir el ritmo de la ceremonia. A estar presente en aquel templo.

Camino del comedor para desayunar

Después de la ceremonia nos fuimos a dormir una horita antes de desayunar. Más tarde, en el desayuno, pudimos deleitarnos con la comida típica de los templos budistas: arroz, verduras y tofu. Nada de huevos, ni carne, ni pescado; ni siquiera café leche o algún zumo, sólo agua.

Seguidamente fuimos a dar un paseo matutino.

Alrededores del monasterio

Este monasterio está ubicado en un parque nacional, así que el resto del día lo dedicaríamos a visitar los otros monasterios del parque y hacer una pequeña ruta. Es increíble ver esos monasterios con esos tejados tan característicos, grandes y llenos de colores, entre las imponentes montañas coreanas, donde parece que se han hecho un hueco entre la vegetación.

Típicos tejados de los monasterios budistas

En muchos monasterios suele haber un templo lleno de budas de muchos tamaños. Se les llama el templo de los mil budas

Comimos en uno de esos monasterios, ya que ofrecían comida gratuita a todos los visitantes, y acabamos comiendo lo mismo que habíamos desayunado. El menú de los monasterios no alberga mucha sorpresa!

Para volver al monasterio donde nos alojábamos había que recorrer parte de este precioso parque Nacional de Odeasan así que pasamos la tarde maravillados con este entorno.

Cementerio de algunos monjes budistas ilustres

Un poco perdidos

En el parque había esculturas hechas con la naturaleza


Finalmente para acabar el día, fuimos a visitar a una monja budista, que impartía clases en el monasterio. Charlamos con ella mientras tomábamos un té y nos introdujo un poco en el mundo de la meditación y su filosofía de vida.
Lo que ella nos dijo, es que no hay que pensar nada más que en lo que estás haciendo en ese momento, centrarte en el preciso instante que estás viviendo, y no dejar que tu mente se distraiga pensando en situaciones pasadas ya vividas o en las futuras, que no sabes cómo serán. De esta manera es como evitan las preocupaciones, los miedos y en definitiva el sufrimiento o como decía Kavafis en su poema Itaca, los monstruos del camino.

Charlando con una monja budista

Los budistas meditan constantemente, ejercitan su mente con cada cosa que hacen. Ella nos puso el ejemplo de que en ese momento estaba tomando una taza de té y que por tanto se concentraba en su aroma, en su gusto, en si estaba caliente o frío. No pensaba en si tenía mucho trabajo, o si había hecho algo en el pasado que podría haber hecho de otra manera. En su mente solo estaba la taza de té.

Nosotros ya sabíamos un poquito sobre meditación, pero para los budistas no es solo un pequeño ejercicio que practican de vez en cuando, para ellos es un estilo de vida.

Con todas estas enseñanzas y nuevas vivencias nos despedimos al día siguiente del monasterio y de nuestro nuevo amigo Soonki. No podíamos estarle más agradecido. Corea nos había recibido con los brazos abiertos.

Última foto antes de despedirnos de Soonki

¡Y pide que el camino sea largo! ¡Lleno de aventuras, lleno de experiencias!

Historia de una camperización: Cuando Ulises empezó a ser una camper.

Ya son muchos los kilómetros que llevamos con súper Ulises y hasta ahora salvo algún pequeño sustillo (porque hasta los coches necesitan llamar un poquito la atención) nos ha dado muuuchas alegrías y sobretodo la sentimos como nuestra pequeña casita gracias a la camperización y el duro trabajo de JA.

DISEÑO DE MUEBLES

La parte más importante de una camperización es tener un buen diseño. Y para tener un buen diseño hay que hacer la lista de necesidades básicas por un lado y por otro ser bien conscientes de las restricciones (económicas, de peso, de materiales, de espacio…).

En el caso de Ulises, por ser una camper especialmente pequeña, la falta de espacio, era el mayor handicap!

Nosotros para este viaje necesitábamos un sillón que fuese cama y arcón, una cocina que fuese despensa y baño, depósitos de agua, armarios, nevera… y todo eso en un espacio de 2,1 metros de largo por 1,6 metros de ancho y 1,2 metros de alto…Vamos, teníamos un Tetris por delante!

A priori parecía imposible llevarlo a cabo, pero a base de recopilar mucha, mucha, mucha información en internet, ver fotos de otra gente que lo había hecho y visitar talleres dedicados a la preparación de furgonetas camper, conseguimos hacernos una idea de lo que queríamos.

Nos basamos en la distribución de las Volkswagen California o las Mercedes Marco Polo ya que es la distribución que más optimiza el espacio.

Pasamos horas solo mirando y midiendo la furgoneta, dibujando en el suelo como quedarían las cosas, comparando medidas de neveras, tanques, fregaderos… para escoger la distribución más adecuada y cuando por fin lo tuvimos claro empezamos a cortar madera.

PRIMEROS CORTES Y MATERIALIZACIÓN DEL DISEÑO

Compramos tablones de contrachapado de 15 mm de espesor, ya que, según los preparadores que visitamos, era la madera más ligera y resistente, algo muy importante si queríamos que los muebles durasen y no hiciesen que Ulises fuese excesivamente pesada.

Nuestro gran amigo Christophe nos dejó algunas herramientas y junto con otras que ya teníamos nos pusimos manos a la obra.

Esta fue la primera presentación de lo que nos daría una buena idea de la distribución:

Inicios de la transformación, vista desde atrás

  • A la izquierda ( desde la parte de atrás de la furgo hacia adelante), lo primero que vemos es el mueble que serviría para almacenar los tanques de agua y a continuación el mueble donde irá instalado el fregadero y La Cocina.
  • A la derecha, el mueble donde instalaremos la batería y el inversor (para transformar la corriente continua de 12v en alterna de 220v).
  • En el centro vemos una especie de cajón que será el arcón y la base del sofá-cama.

Una vez que está más o menos clara la distribución y que vemos que todo encaja, hay que empezar a ensamblar los tablones de madera para transformarlos en muebles.

CÓMO HACER UN MUEBLE CON UNOS SIMPLES TABLONES

Lo primero es ensamblar las piezas. Para ello usamos un sistema muy común que consiste en hacer un agujero en uno de los tablones, insertar un taco cilindrico que sobresale unos centimetros, hacer otro agujero en la otra pieza, a la altura de donde debería quedar la primera y unirlos después de haberlos encolado (seguro que todos hemos visto algún mueble de Ikea con este sistema).

Encolando muebles para montarlos

El Segundo paso es darles rigidez. Para ello pusimos escuadras atornilladas  en cada unión de 90 grados. Una escuadra es suficiente para las partes de los muebles que no van a soportar peso y dos en las zonas que considerábamos más críticas.

Escuadras para dar rigidez a los muebles



MUEBLE PRINCIPAL: Cocina, fregadero y almacenaje.

En este mueble, de delante hacía atrás instalaremos: la nevera y un hornillo encima, el fregadero con una mini despensa debajo, un armario para la ropa y debajo un hueco para sábanas y los quita luz de las ventanas que usamos para dormir, además de los tanques de agua, su bomba y mucha tubería y cables.

Mueble lateral derecho casi terminado

Para el cierre de tapas hemos utilizados bisagras de dos posiciones para mantener las tapas abiertas cuando cocinemos por ejemplo.

Cajones sobre la nevera para la cocina portátil y los cubiertos

Para las puertas del armario nos costó decidirnos, necesitábamos un sistema fácil de instalar y que no quitase espacio. La primera idea que nos vino a la cabeza fue la de las puertas tipo persiana como habíamos visto en otras campers, pero quitaba el espacio donde se enrollaba y además era complicado de instalar, con lo cual no nos servía. Y al final nos decantamos por la solución más simple que se pueda uno imaginar: puertas correderas de contrachapado sobre unos mini perfiles en U. Una solución muy económica, práctica y la más óptima desde el punto de vista del espacio.

Puerta corredera sobre raíles para la despensa

 

Sin embargo para la puerta del hueco donde guardaríamos las sábanas no nos quedó otra que hacerla abatible, con lo que es un poquito más molesto. Eso sí, le pusimos unos cierres de botón para que no estorben cuando esté cerrado.

Botón para el cierre de la puerta abatible


Además de la practicidad, economía y espacio, hay un último factor muy importante a tener en cuenta, la normativa para homologaciones. Según la normativa todas las puertas tienen que tener un sistema para evitar que se abran, de manera que pusimos imanes en las puertas correderas de los armarios y en las tapas del mueble de la cocina.

MUEBLE PEQUEÑO LATERAL DERECHO 

Este mueble alberga la batería auxiliar y el inversor de corriente (para tener un enchufe de 220V).

Este fue muy sencillito. En la parte delantera del mueble iría el inversor con una puertecita para tapar el enchufe y que no entre polvo o suciedad.
 Una tapa encima para tener acceso a todo el inversor y los cables si fuese necesario hacerle mantenimiento. 

Y por último, en la parte trasera, un hueco para la instalación de una batería AGM de 100Ah perfecta para que con el consumo eléctrico que tenemos nos aguante más de un día sin cargarla. En el hueco de la bateria también hay una tapa por si hay que hacer mantenimiento.

SOFÁ-CAMA

Por último fabricamos un sofá cama con un arcón debajo para guardar trastos. Este mueble va instalado entre los dos anteriores, por tanto, tiene que quedar muy ajustado entre los otros dos muebles para optimizarlo al máximo.

Para que el sofá pueda deslizarse hacia delante y hacia detrás dentro del habitáculo utilizamos las guías de los antiguos asientos centrales de la furgoneta.

La estructura del mueble consiste en un cajón cuya tapa superior es un asiento de madera con tres hojas (cada hoja es un tablón) unidas por bisagras entre ellas.

Sofá-cama con la madera en bruto

El primer tablón es el respaldo del sofá que está sujeto mediante bisagras al arcón y que se abate hacia atrás para ponerse en posición de cama; para dejarlo en la posición de respaldo utilizamos el mismo sistema que se utiliza para hamacas de playa (mejor ver foto). 

Sistema que fija el respaldo a distintas alturas

Un segundo tablón que hace las veces de asiento y de tapa del arcón y que está fijado a continuación del primer tablón y de la misma manera pero en sentido opuesto a este. 

Por último, un tercer tablón que está fijado al segundo y que se abate sobre este (como si fuese un libro). Si habéis sido capaces de imaginároslo, os habréis dado cuenta de que el último tablón queda suspendido en el aire cuando se abre para hacer la cama, pues no es así. De debajo del arcón salen unas patas muy originales que soportan nuestro peso mientras dormimos.

Mueble en modo Sofá

Mueble con el respaldo abatido y las patas montadas

Cama completamente montada

 

Una vez fabricados todos los muebles queda un trabajo muuuuuyy tedioso: lijar y barnizar. Empleamos varios días para esta tarea, trabajando la paciencia, algo parecido al “dal cela, pulil cela” del maestro Miyagi. Según la normativa no puede haber aristas vivas en un vehículo, así que tuvimos que lijar todos los cantos de los muebles ¡y son muchos!!! Y para evitar que el agua y la suciedad nos estropeen la madera, les dimos unas capas de barniz marino que es sin duda el más resistente (lo comprobamos todos los días).

Por último, un toque de color! Los muebles estaban un poco sosos solo con el color de la madera, así que fuimos a Leroy Merlin a comprar papel para las paredes. Y vaya fiasco al ver que solo vendían rollos de 20 metros ¡para que queríamos tanto si nuestra furgoneta era tan pequeña! No sabíamos que hacer, hasta que una chica nos dijo “podéis llevaros muestras a casa para ver cuál os gusta más”. Para desgracia de Leroy Merlin el tamaño que necesitábamos era exactamente el de una muestra, y así fue como decoramos la furgoneta gratis?

¡Nos falta el colchón! Cuantisimos tipos de espuma hay para hacer un colchón, con distintas durezas, densidades, materiales…. después de mirarlos todos y ya decididos con lo que queríamos, fuimos a unos almacenes de espuma en madrid y lo primero que nos dijo el tío fue “es para una camper ¿no? Pues entonces es este tipo”, se trataba de una espuma de alta densidad, la cuál era una de las que habíamos “preseleccionado”.

Y para forrarlos, fuimos al mercadillo de nuestro pueblo, a comprar la tela y a la costurera de toda la vida para que nos hiciese las fundas.

Cuando vimos todo aquello montado en nuestra pequeña furgoneta fue cuando sentimos que estábamos construyendo el que sería nuestro pequeño hogar durante el próximo año. 

Ulises estaba listo para comenzar la aventura que hoy nos ha llevado hasta el gran Baikal!


Un abrazo familia! 

Y pide que el camino sea largo, lleno de experiencias, lleno de aventuras”


De Pirineos a los Alpes Franceses Italianos y Austriacos

A 2.491 km de casa…Ya estamos en Austria!! Este es el primer país completamente nuevo al que llegamos, estamos en medio del Tirol austriaco donde estamos alucinando con los paisajes, la gente,    sus casas, sus vidas…todo nos parece como salido de un cuento… la harmonia reina por todos lados… de repente nos dimos cuenta que estábamos hablando en voz bajita?

Y es que estas montañas son casi el final de los Alpes, pero para llegar hasta aquí hemos atravesado todos los Alpes en su totalidad!


Empezamos por los Alpes franceses donde nos quedamos en el lago de Ponçon Serre, un impresionante lago que se encuentra en un “pasillo” entre las montañas y eso le proporciona las condiciones ideales para la práctica de kite y windsurf :

De todo lo que hemos visto, nuestra conclusion es que los franceses son a los que más les gusta los deportes al aire libre y la naturaleza ( Francia está plagada de caravanas y campers por todos lados) y además puedes aparcar casi en cualquier lado en medio de la naturaleza y pasar la noche, cosa que no ocurre en otros países donde está prohibida la acampada libre hasta en el jardín de tu casa ( y esto no es una exageración).

Después de Francia pasamos a los Alpes Italianos y su espectacular lago de Como, donde yo me empeñé en ir ya que una parte de mis antepasados venían de aquí y ni que decir tiene que es muuuyyy bonito. Aquí nos quedamos en un camping que daba directamente al lago…un lujazo:


Eso sí, plagado de Alemanes!! Y nosotros nos preguntamos, habrá alemanes en Alemania??? Yo creo que la mitad están en el lago di Como y la otra mitad en Mallorca!!

Y después de esta parada en el lago y antes de llegar a Austria, pusimos a prueba a Ulises….sí, sí, la hicimos pasar por el Paso del Stelvio:


2700m de puerto con un desnivel medio de 7,4%  y 75 curvas de  casi 360 grados, esta carretera está considerada la mejor del mundo por el programa Top Gear ( damos fe que aquello estaba plagado de superdeportivos que pensaban estar en medio de un circuito de fórmula 1).

Y claro es la mejor carretera del mundo para los deportivos, pero no para Ulises….así que nos costó subir…en segunda, pero llegamos! Y al bajar tuvimos que hacer una parada a mitad de puerto porque las pastillas de freno empezaban a oler a chamusquina ? Pobre Ulises!!

Y después de esto, hemos decidido reparar algunas cosillas de Ulises y descansar unos días en Austria, así que ya os iremos contando!

Hasta pronto familia!!

Para no tener ni frío ni calor: Aislamiento térmico en nuestra furgo

Empecemos por el principio, el primer paso de la transformación, fue el desmantelamiento de la furgo: quitar sillones, plásticos, instalaciones eléctricas, de sonido y de climatización de la parte trasera hasta dejarlo en la chapa:

El segundo paso fue la instalación del aislante en suelo, paredes, techo y puertas.
Este tipo de vehículos vienen aislados parcialmente sobre todo para el tema de la acústica durante el viaje, pero no están preparados de fábrica para mantener una temperatura aceptable sin ayuda de la calefacción o el aire acondicionado.
Lo que hicimos fue combinar distintos tipos de aislante según las formas, espesores y huecos del habitáculo. En esta imagen se pueden ver los tres tipos de aislantes utilizados:


– Un aislante autoadhesivo (el que vemos en metálico) para las zonas complicadas, con curvas y poco espacio.
– Un aislante de gran espesor para los huecos expuestos directamente a la chapa exterior (aislante gris que vemos en el hueco de la derecha).
– Lana de roca para el suelo y los huecos entre la chapa interior y la exterior.

 

 

 

Este tipo de trabajo, se trata de un trabajo muy manual y meticuloso. Por ejemplo, para el aislamiento de las puertas, había que ir cortando trocitos de aislante adhesivo e ir adaptándolo a las formas complicadas de una puerta:

Una vez que todo el aislante estuvo instalado, el paso siguiente fue la instalación del contrachapado en las paredes y la tarima en el suelo. El corte del contrachapado no fue una tare fácil teniendo en cuenta las formas caprichosas que tiene esta furgo: esquinas redondeadas, huecos donde había altavoces, las ruedas:

Y es en este momento que Ulises está lista para el próximo paso, el diseño y construcción de muebles que veremos en el próximo post:
Esto deja de ser una furgo: Diseño y construcción de muebles

De furgo a Camper y el bautismo de Ulises

Por fin llego nuestro primer post y como no podría ser de otra manera, está dedicado a uno de los elementos más importante que define este proyecto: nuestro medio de transporte: Ulises.

Y es que hoy  09/06/2017 después de aproximadamente cuatro meses, podemos decir que Ulises (nuestro Hyundai 4×4) está listo para el viaje!

De toda la transformación, el hito más importante, fue sin duda la homologación de todo lo que le habíamos puesto encima, dentro, debajo (lo cual  ocurrió hace una semana)…pero ha sido hoy cuando damos por concluida la transformación! Y es que hoy  ya tenemos por fin los cojines-colchones tapizados por “la Paqui” (Paqui es una costurera de nuestro pueblo) que nos ha dejado un sofá-cama estupendo! Era el último paso por hacer, con lo que tenemos ahora mismo instalado, ya podemos empezar!

Esta era nuestra furgo cuando la compramos (en esta imagen ya habíamos quitado los dos asientos traseros):

Y tras muchas horas de trabajo… quedó esto:

Sí, sí, es la misma, pero desde distinto ángulo (que si no, no se aprecia bien el cambio).

Han sido cuatro meses de dedicación absoluta por parte de José Antonio, quien se ha entregado en cuerpo y alma a esta transformación. La cual ha disfrutado enormemente (dice que ahora se quiere dedicar a equipar  campers) pero que también nos ha hecho vivir una montaña rusa de grandes éxitos y no fracasos (y digo bien no fracasos, porque de cada imprevisto hemos aprendido una pequeña lección), aunque no nos vamos a engañar, cada solución ha llegado después de valorar muchas soluciones, de muchas pruebas-error, incluso de algún que otro desvelo nocturno!

Esto es sin duda una lección para nosotros de que en esta vida todo es ponerse! Por supuesto ha habido una gran fase de aprendizaje, en nuestra vida no habíamos hecho algo parecido, no conocíamos a nadie que nos pudiera ayudar y todo ha sido aprender a partir de  la información disponible en internet, pero con ganas, esfuerzo y dedicación, todo se puede conseguir.

Para llegar a este resultado, como os comentaba en la presentación de Ulises, han sido necesarios muchos pasos  que iremos detallando en diferentes posts. Iremos explicando cada uno de los pasos de esta trasformación, de cómo hemos pasado de una furgoneta que en su anterior vida se dedicaba a ir de pesca (su antiguo dueño era un pescador de Olivenza- Badajoz) hasta llegar a ser Ulises, el medio de transporte de la aventura de “VIAJANDO A ÍTACA”.